Un sindicato es un negocio que toma dinero de los trabajadores para “representarlos” en el trabajo con su empleador.
Al igual que otros negocios, los sindicatos tienen ejecutivos y personal que manejan los negocios del sindicato. Estos ejecutivos y personal tienen paquetes de beneficios y compensaciones muy lucrativos, que son pagados por los miembros del sindicato.
También tienen edificios de oficinas, automóviles, inversiones, viajes y otros gastos comerciales, todos los cuales deben pagarse. Todos estos artículos se pagan, principalmente, a través de las cuotas sindicales pagadas por los miembros del sindicato.
A pesar de ser una industria moribunda, los sindicatos aún recaudan aproximadamente $ 14 mil millones cada año en cuotas sindicales de los trabajadores.
El servicio principal de un sindicato es como una especie de intermediario laboral, que cobra a los trabajadores para que hablen por ellos en el trabajo como su “representante exclusivo de negociación”, así como para negociar contratos.
Es posible que se sorprenda al saber que el 94% de los trabajadores sindicalizados de hoy nunca votaron un sindicato en su lugar de trabajo.
Por el contrario, la mayoría de los trabajadores sindicalizados deben pagar al sindicato como condición para el empleo. En otras palabras, o pagan dinero a un sindicato o son despedidos de sus trabajos.
Desafortunadamente, este esquema de “pagar-pagar o ser despedido” es legal en 22 estados que no tienen leyes de Derecho al Trabajo.
Estos son los estados en los que es legal (e ilegal) despedir a trabajadores por no pagar las cuotas sindicales o los honorarios de la agencia. [Los estados en gris permiten despedir a los trabajadores por no pagar a un sindicato; los estados en verde son los llamados estados de “Derecho al trabajo”.]
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